Prontuario
|
campaña conductores siniestrales
|
sábado, 17 de agosto de 2013
"Fichaje" de Conductores Responsables de Siniestros Viales
viernes, 29 de octubre de 2010
SI TOMAS NO CONDUZCAS
En algunas ciudades los accidentes suceden con más frecuencia y con consecuencias más desastrozas que en otras.
No me dejarán mentir que la mayoría de accidentes se deben a fallas humanas, comunmente debido al consumo de alcohol por parte de los conductores (cuando bebas, no conduzcas!).
TRAGEDIAS COTODIANAS
ACCIDENTES DE TRÁNSITO:
TRAGEDIAS COTIDIANAS QUE PUEDEN EVITARSE
Argentina ostenta uno de los índices más altos de mortalidad por accidentes de tránsito.
22 personas mueren por día; hay 7.885 víctimas fatales por año (2009) y unos 120 mil heridos de distinto grado y miles de discapacitados. Las pérdidas económicas del tránsito caótico y accidentes de tránsito superan los U$S 10.000 millones anuales.
Pero no se trata de números, sino de vidas humanas. De hombres, mujeres, jóvenes y niños, que vieron truncadas sus vidas a causa de un accidente de tránsito.
Son proyectos, sueños, ilusiones y esperanzas muertas. Familias destrozadas. Luchar para transformar esta realidad es el objetivo de Luchemos por la Vida.
Es como si un avión de pasajeros cayera todas las semanas muriendo unas 130 personas cada vez. Y si así ocurriera, seguramente, no estaríamos tan tranquilos. Las autoridades tomarían graves y urgentísimas medidas de seguridad.
No sucede lo mismo con los accidentes de tránsito. Tal vez, porque las muertes se producen de a una, de a dos, o de a tres. Los muertos en accidentes de tránsito no nos "llegan" tanto. Se los considera lejanos, creyendo que son cosas que les ocurren "a otros". Difícilmente se cree que cualquiera puede sufrir uno en el momento menos pensado. Nadie al subir a un automóvil experimenta el miedo que muchas veces se siente al despegar dentro de un avión.
Sin embargo, los accidentes de tránsito en la Argentina, son la primera causa de muerte en menores de 35 años, y la tercera sobre la totalidad de los argentinos.
Las cifras de muertos son elevadísimas, comparadas con las de otros países (ver cuadro), llegando a tener 8 o 10 veces más víctimas fatales que en la mayoría de los países desarrollados, en relación al número de vehículos circulantes.
Al momento de los hechos, se dan muchas explicaciones (algunas reales, otras no tanto) pero que suelen poner siempre el acento -la culpa- del accidente en "los otros". Rara vez se analiza la conducta en el tránsito en primera persona.
Hablando de causas... no corra
¿Cuántos choferes frustrados de Fórmula 1 habrá entre las calles y rutas de la Argentina?. A juzgar por los comportamientos, muchos. Pero no se trata de grandes motores preparados para tal ocasión, sino de autos, camiones, colectivos y camionetas que circulan junto a iguales, por calles y rutas, con y sin baches, y no por pistas profesionales.
En efecto, la velocidad es una de las causas principales de muerte por accidentes de tránsito. Muchos argentinos consideran que no van rápido a 120 Km/h, cuando a más de 90 Km/h un vehículo es cada vez menos gobernable, aumentando así el peligro de muerte de sus ocupantes. Tal vez, muchos estarían vivos de haberse percatado antes de este detalle. A mayor velocidad, mayor es la distancia que se necesita para detener el vehículo; más graves serán las consecuencias ante cualquier falla mecánica., el reventón de un neumático, una mala maniobra del conductor o cualquier imprevisto que se presente en el camino.
La noche, la lluvia y la niebla son causas fundamentales para que deba disminuirse, aún más, la velocidad. Muchos apurados, nunca llegaron a destino.
Muchos brindan por su muerte
Otra causa fundamental de mortalidad en accidentes de tránsito es atribuible a las bebidas alcohólicas. Los impedidos para manejar no sólo son los "borrachos": un sólo vaso de vino, cerveza o whisky, limita la capacidad de conducción, ya que produce una alteración de los reflejos para conducir.
Bastaría con recordar la parada de Dolores, en la ruta 2, camino a Mar del Plata. Cuántos almuerzan en forma abundante y beben alcohol para después retomar el camino.
Las bebidas alcohólicas hacen que las respuestas y las maniobras, ante cualquier eventualidad de la ruta, o la calle, sean torpes y lentas. Embota los sentidos disminuyendo la capacidad de atención normal; genera una falsa sensación de seguridad que predispone a excesos de velocidad y a todo tipo de violaciones a las normas de seguridad en el tránsito. Y es falso suponer que el café o cualquier otro estimulante, anulan sus efectos nocivos. Por lo menos en 1 de cada dos muertos en accidentes de tránsito en el mundo, está presente el alcohol.
Mejor conducir de día
Es ya un clásico -sobre todo en tiempo de vacaciones- conducir de noche. Las causas invocadas son múltiples: para llegar de día y aprovecharlo, porque de noche hay menos tránsito, porque no hace tanto calor. Cuando en realidad, al viajar de noche, se triplica el riesgo de muerte.
El sueño es inevitable y, en el mejor de los casos, disminuye grandemente los reflejos y la capacidad de reacción. El ritmo biológico normal de cada persona, hace que ésta esté acostumbrada a dormir de noche. El conductor ideal, capacitado para conducir de noche con menos riesgo de quedarse dormido o dormitar, sería aquél que normalmente durmiera de día y condujera de noche. Se agrava mucho más si no hubo descanso, o si se trabajó durante todo el día. Pero peor aún si la persona cenó abundantemente y bebió alcohol.
Y, además, lo lógico: la monotonía del paisaje, la menor visibilidad, sólo en blanco y negro; la posibilidad de encontrar en la ruta un animal que se cruza, autos sin luces reglamentarias, y los encandilamientos. Mejor, conducir de día.
Ajústese a la vida
La seguridad pasiva es tan importante como el respeto a las normas de tránsito. Y el mejor seguro de vida dentro del vehículo es el Cinturón de Seguridad, que impide ser lanzados contra el parabrisas, o fuera del vehículo hacia una muerte segura, en caso de accidente. Con lo que su uso generalizado, disminuiría en un 60 por ciento aproximadamente la muerte de los ocupantes de los vehículos accidentados. Inclusive en la ciudad, a poca velocidad, evita la muerte o lesiones graves.
Dele la espalda a sus hijos
Qué difícil es mantener quietos a los más pequeños de la familia, dentro del auto, sobre todo en los viajes largos. Sin embargo, es un acto de amor la observancia de ciertas normas: no es mala educación darles la espalda dentro del automóvil. Al contrario, se les estará resguardando la vida. Muchos chicos mueren en accidentes de tránsito, cerca de sus casas, en brazos de quienes más los quieren. Por eso, la mejor manera de demostrarles amor es no llevarlos en los asientos delanteros, ni en los brazos del acompañante, y mucho menos en los del conductor. Los niños siempre deben ir en los asientos traseros, ajustados con el cinturón de seguridad y en sus sillas especiales si son pequeños.
Habrá que evitar, además, llevar objetos o juguetes pesados o punzantes que puedan dañar a cualquiera de los ocupantes en caso de accidente.
Peligro en dos ruedas
Luces, elementos reflectantes, casco protector. Tres elementos importantes que no deben faltar al subirse a una bicicleta. Los dos primeros hacen que de noche los ciclistas sean vistos en la ruta o calle; la ausencia de los mismos, puede ser causa de muerte. Muchos de ellos circulan por las calles de contramano con la excusa de que ellos ven mejor a los autos, sin tener en cuenta la dificultad de verlos a ellos, y así más de uno terminó arrollado por un vehículo. En los países desarrollados existen sendas para ciclistas. Sería auspicioso que en la Argentina también las hubiera.
La utilización del casco protector para ciclistas y motociclistas, tal vez, evitaría más de la mitad de las muertes.
Motociclistas y ciclomotoristas constituyen otro espectro de riesgo en las calles y rutas.
El Exceso de velocidad, la falta de uso del casco protector (la mayoría de las veces se los lleva colgando del brazo), la falta de respeto a las señales de tránsito (semáforos, contramano) y las "proezas" que demuestran sus conductores (wheellies, zig zag entre los vehículos) son la sumatoria de una lista de muertes y accidentes sobre 2 ruedas. Y no hay que olvidarse que afecta, principalmente, a adolescentes y jóvenes.
Apunten al peatón
Los peatones son la víctima codiciada por colectiveros y taxistas ansiosos. No se les otorga prioridad de paso ni en esquinas ni sendas peatonales. Y ellos mismos, son la causa de su propia muerte al no respetar las reglas básicas de tránsito, como por ejemplo, cruzar por las esquinas con la señal del semáforo a favor. Se trata de respetar y hacer respetar los propios derechos, sin olvidar que todos, en algún momento, se convierten en peatones. Inclusive los colectiveros y taxistas. Por eso, aún en las esquinas y sendas sin semáforos, los peatones tiene prioridad de paso.
Trabajar para transformar
Es cierto que el estado y las autoridades tienen en todas estas muertes, gran responsabilidad: Que muchas rutas y calles no están en buen estado, ni bien señalizadas. Tenemos vigente una nueva ley de tránsito y seguridad vial, ley 24.449, pero su vigencia es en gran parte teórica, y debe tener vigencia real en calles y rutas. Los controles son escasos y poco efectivos. La mayoría de la población no conoce ni los test de alcoholemia, ni controles de velocidad o uso de Cinturones de Seguridad o Cascos.
También es cierto que el otorgamiento de las licencias para conducir no se hace con responsabilidad, ni con la suficiente preparación. Que todavía no funcionan los controles generalizados sobre el estado de seguridad de los vehículos. Y que no se brinda Educación Vial en las escuelas argentinas (salvo el esfuerzo, entre otros, que realiza Luchemos por la Vida, a través del Programa Nacional de Educación Vial, Equipos Móviles de Educación Vial.)
Luchemos por la Vida brega por cambiar estas realidades. Cada uno, a diario, sale (y entra) en la selva del tránsito, como muchos que hoy no están, o quedaron discapacitados, o padecen muchos sufrimientos. La realidad, podía haber sido diferente, simplemente, abrochándose el cinturón de seguridad, haber sacado el pie del acelerador a tiempo, no haber bebido alcohol antes de manejar, haberse puesto un casco protector a algún elemento reflectante, o haber cruzado la calle por la senda peatonal.
El tránsito es un sistema que hacemos entre todos, en el que interdependemos unos de otros.
La vida es única e irrepetible. Más allá de la responsabilidad de "los otros", cada uno puede salvar una vida. ¡Tal vez la propia!
viernes, 18 de abril de 2008
RECONSTRUCCION VIRTUAL
LOS INVITO A CONTACTARSE CON Matias Panozzo Zenere reconstruccionesvirtuales@hotmail.com
EL PUEDE AYUDARNOS Y ORIENTARNOS EN ESTE TIPO DE PRUEBAS.
UNO DE LAS RECONSTRUCCIONES VIRTUALES LAS PUEDEN VER EN:
http://www.youtube.com/watch?v=HgvobuIDetc
domingo, 23 de marzo de 2008
CAMINAR Y USAR CELULAR
Por Agustín F. Cronenbold De la Redacción de LA NACION. ARGENTINA
La cabeza gacha, los ojos fijos en la pantalla y los dedos que van de una tecla a la otra. Uno de los 5300 millones de mensajes de texto (SMS) que se envían por mes en el país está por salir de un teléfono celular en Viamonte y Florida cuando un bocinazo altera la tranquilidad de un joven que cruza la calle con el semáforo peatonal en rojo. Situaciones como ésta, en la que transeúntes violan las señalizaciones más básicas al hablar por celular o escribir un SMS, se repiten constantemente en toda la ciudad, según pudo constatar LA NACION en una recorrida. Según los especialistas, esto constituye un peligro para el peatón y es una posible causa de accidentes, por la distracción. De la misma manera en que el foco estuvo en el uso del celular en el automóvil –una ley sancionada recientemente en la Legislatura porteña prevé multas para quienes manden SMS mientras conducen–, de a poco el tema comienza a ser tratado por las instituciones que trabajan por la seguridad vial. La asociación civil Luchemos por la Vida fue la primera en atender este tema: hizo un relevamiento y comprobó que el 4,3% de los peatones usa el celular mientras cruza las calles. “Las personas observadas [que usan un teléfono celular] despliegan comportamientos tales como cruzar más despacio y sin mirar el tránsito circundante o no esperar a que los vehículos se detengan para comenzar a cruzar en una proporción muchísimo mayor que la de quienes no usan celular", señala el informe. "Para los peatones el problema real parece ser la distracción, así como les sucede a los conductores", continúa el relevamiento. Florida y Corrientes, en el microcentro, es, a simple vista, una de las esquinas más transitadas de la ciudad. Allí, cada vez que el semáforo vehicular se pone en rojo, por lo menos tres personas cruzan hablando por celular o mandando mensajes con él, según contabilizó LA NACION en un día hábil, la última semana. "Estamos ante un nuevo factor de riesgo. El peatón se convierte en una especie de zombi que desconoce la realidad peligrosa de la calle: llega a la esquina y cruza sin tomar ningún recaudo", se lamenta Alberto Silveira, presidente de Luchemos por la Vida, asociación civil especializada en seguridad vial. Silveira cree que el uso del teléfono celular aumenta la predisposición "a la conducta anárquica" propia del peatón argentino. "Está más que distraído: absorto en el tema que le proponen desde el teléfono, sea trivial o importante. La calle presenta cada vez más peligros, y la gente no parece poder resolverlos mientras usa el celular", destaca. Para los especialistas, el peatón argentino tiene un comportamiento poco responsable, más allá del uso del celular. "De base, nunca mostramos conciencia del riesgo en el tránsito. En este contexto, el celular se presenta como un elemento más que distrae y genera accidentes", explica Eduardo Bertotti, director del Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV). Gustavo Brambatti, director de seguridad vial del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi), argumenta que el celular es un problema, porque genera abstracción y falta de atención: mientras lo usan, las personas pierden la capacidad de resolver situaciones inesperadas. "La gente cree que es lo mismo que hablar con alguien por la calle, pero esto no es así. El que va al lado de uno se da cuenta de si hay que cruzar o tomar una decisión en la calle, en cambio, el que está en el teléfono puede dar una mala noticia justo en el momento en el que había que avanzar o frenar", ejemplifica Brambatti. Las apreciaciones de los especialistas son visibles en las calles. A las 15 del jueves último, un peatón que no despega el teléfono de su oreja no se da cuenta de que la luz del semáforo cambió de color. Recién cuando un auto está a punto de embestirlo cae en la realidad y pide disculpas. Una hora después, en el cruce de las avenidas Leandro N. Alem y Corrientes, otro transeúnte cruza en diagonal mirando hacia abajo, mientras habla por teléfono. Un auto que baja por Corrientes hacia el río tiene que desviarse para esquivarlo. El peligro potencial que conlleva el uso del celular para los peatones quedó plasmado en una ley en Croacia, que establece multas para quienes sean sorprendidos caminando con el teléfono en la mano y en uso. En Nueva York, también hay un proyecto de ley para evitar el uso del teléfono móvil en la calle, pero como la propuesta incluye también el uso de los dispositivos de reproducción de música se desató una polémica pública que dilató el debate legislativo. El perfil del "mensajero" Adolescente, mujer, que vive en la Capital, en un hogar de clase media. Es el perfil del usuario de teléfono celular que más uso da a los mensajes de texto, según una investigación de mercado que hizo la agencia Midios. Son más mujeres que hombres los que habitualmente mandan SMS: en porcentajes, 52 y 48. Los clientes del área metropolitana usan en mayor proporción la mensajería instantánea que los del interior. Quienes tienen entre 13 y 34 años son quienes más mensajes mandan: en sus manos se concentra el 64% de los mensajes. Otro estudio, elaborado por la consultora de medios y tecnología Carrier, señala que el 83% de los adolescentes menores de 18 años mandan mensajes de texto a diario. La intensidad del uso decrece cuanto mayor es la edad de los usuarios: mandan mensajes a diario el 73% de los clientes, que tienen entre 19 y 25, y el 69% de los que tienen entre 26 y 35 años. En cambio, el 36% de aquellos que tienen entre 56 y 65 años dice que nunca manda mensajes de texto. En el estudio se indagó acerca de cuál es la forma más frecuente de comunicación: los menores de 45 años usan con mayor frecuencia los mensajes de texto que las llamadas telefónicas. Claro que hay matices: los menores de 18 años los prefieren en el 86% de los casos. Los menores de 25, en el 83 por ciento. En cambio, los menores de 35 mandan en promedio dos mensajes de texto por cada llamada, una relación que se mantiene hasta los 45 años. De allí en adelante, las llamadas cobran protagonismo. Pero incluso el 11% de los mayores de 66 años usa con mayor frecuencia los mensajes de texto que las llamadas. En la consultora Prince & Cooke señalan que el 93,5% de las mujeres mandan mensajes de texto, contra un 90% de los hombres. En el caso de los adolescentes, ese porcentaje alcanza el 97,1 por ciento.
DESCANSA ANTES DE CONDUCIR
jueves, 10 de enero de 2008
INSEGURIDAD VIAL
Entre las víctimas fatales hay una mujer embarazada y un nene de 12 años. El accidente ocurrió esta mañana cuando los vehículos se embistieron de frente en la ruta 40. Hay dos chicos heridos en estado crítico.
Con la muerte de un chico de 12 años que estaba internado, ascienden a ocho las víctimas fatales del accidente que ocurrió esta mañana en la provincia de San Juan cuando chocaron de frente un micro de pasajeros y un camión cisterna en la ruta 40, a la altura del departamento de Pocitos. El accidente ocurrió pasadas las 5.20 en la intersección de la ruta nacional 40 y la calle 9, a 8 kilómetros de la capital sanjuanina, donde un ómnibus de la empresa CATA Internacional, que había salido minutos antes de la terminal y se dirigía a Mendoza con diez pasajeros, impactó de frente contra un camión cisterna que hacía el recorrido inverso. Según el comisario general Miguel Gonzáles, se trata de una ruta de doble carril en cada mano y que está "muy bien señalizada".